domingo, 17 de enero de 2016

EL ENIGMA DE LOS CASTROS GALLEGOS. Troña


O CONDADO Y A PARADANTA MÁGICO Y TRADICIONAL.V.  
El enigma de los castros: Troña              Santiago Lorenzo (Pazhín)



En Galicia existen más de 5000 castros catalogados y posiblemente muchos más desconocidos de los que solamente conocemos de su existencia por la toponimia. Conocidos arqueológicamente como citanias, de los castros solamente se conoce que son ciudades prerromanas fortificadas habitadas, generalmente por los pueblos antiguos del noroeste de la Península Ibérica. Es común en Galicia escuchar que son poblados celtas, pero bien pudieran ser muy anteriores a estos pueblos o incluso hay quienes quieren ver en los castros los restos de una gran cultura o civilización perdida desconocida o tal vez relacionada con los oestrimnios. Aunque se comienza a descubrir como se repartían familiarmente las diferentes zonas o viviendas de los poblados, quedan por aclarar muchos misterios y es que en Galicia es habitual no investigar ni cuidar de nuestro rico patrimonio. Entre ellos, no sabemos a ciencia cierta quienes eran realmente sus habitantes, de donde vivieron, porque existen tantas citanias castreñas en Galicia, cuál era su pensamiento religioso, mágico o filosófico, ya que se les quiere ver como pueblos guerreros incluso en constantes enfrentamientos entre ellos. Sabemos que mantenían ciertos cultos a los astros, a las piedras, los ríos, las montañas, los árboles, las fuentes, los espíritus de la naturaleza… pero desconocemos que tipos de rituales y a que deidades realmente veneraban. Como acontece con otros pueblos del pasado, al no dejar nada escritos y valerse únicamente de los escasos restos arqueológicos existentes, verdaderamente no queda paso más que a la especulación. Por tal motivo y como expongo en mi libro “Galicia mágica. La herencia olvidada”, son muchos los aspectos mágicos que podríamos citar.





Entre ellos, se hablaba en tiempos de Murguía,  de la posibilidad de que fueran ubicados de forma estratégica, dibujando desde lo alto círculos entre ellos, como símbolos cósmicos de protección y que en el que se ubicara en el centro vivirían los sacerdotes, -tal vez druídas- que dirigían política y religiosamente a estos pueblos. Lo que parece estar claro es que desde un castro se divisaban otros muchos, pudiendo comunicarse  entre sí, posiblemente por medio de hogueras. También pudiera ser que no solamente se ubicaran en lugares estratégicos por motivos defensivos o agrícolas o de supervivencia, sino también por aspectos más sobrenaturales. Por ejemplo, debido a la existencia de ciertas corrientes telúricas o electromagnéticas que los pueblos celtas ya conocían y denominaban los caminos de la serpiente, ya que dichas energías se movían por la tierra como estos animales. Dichos caminos eran conocidos en toda la antigüedad con otros nombres, como los caminos del dragón para los chinos, o líneas ley en la actualidad, siendo caminos sagrados de peregrinación, como acontece en Compostela. De ahí que, en castros como los de Troña, en Pías, Ponteareas se encuentren dibujos serpentiformes tallados en los castros que bien podría ser el modo de simbolizar los lugares con fuerte carga telúrica.  Lo cierto es que hay teorías para la llamada “Pedra da Serpe de Troña” para todos los gustos, desde estar grabada sobre una roca de sacrificios, a ser el símbolo o tótem del poblado o representar un símbolo de fertilidad o solar. En el caso de Troña, cerca del grabado serpentiforme se encuentra un gran recipiente tallado en roca, similares a los que en otras culturas se les cubría de agua para que se reflejara en ella determinada estrella de su calendario mágico-religioso mensual o anual, señalando el comienzo de determinados rituales. Curiosamente el nombre de la zona Pías, se relaciona con sumideros, pilones o pilas de agua. Existe una leyenda en este castro que cuenta (como ocurre con otros lugares de Galicia) que en la cima del monte vivía una serpiente gigante que devoraba el ganado de los habitantes del lugar, y que, por miedo a que bajase a los pueblos cercanos la alimentaban dejándole a menudo algún animal. Se dice que hartos de someterse al gigantesco ofidio, un buen día, armándose de valor, subieron en grupo al monte y la mataron, enterrándola justo donde se encuentra la ermita actual del Dulce Nombre de Jesús, del siglo XVIII.








  Esta leyenda es muy común en muchos de los lugares del planeta donde, por medio de determinadas construcciones como menhires o cromnlech, llegaban a domesticar o dominar las poderosas energías existentes en el subsuelo, hasta que, con la llegada de la evangelización se levantaba en el mismo lugar una ermita o capilla para cristianizarlo. Justo lo que ocurrió en la cima del castro de Troña, que debió de ser un enclave muy importante de la zona ya que está fuertemente cristianizado con símbolos cruciformes, o diferentes cruceros a lo largo del recinto del que solamente quedan dos, uno de ellos de hermosa talla y cargado de simbología al lado de la iglesia. 





También matizar la importancia de que las casas sean redondas. Lejos de la creencia de que las construían así para evitar que en los ángulos se ocultaran los malos espíritus como algunos afirman, recordando al psicoanalista Wilhelm Reich, en 1930 hablaba que en las construcciones circulares o sin ángulos se producía lo que el denominaba energía orgónica  o fuerza vital universal, que los antiguos conocían. De forma curiosa todos los castros vistos desde lo alto tienen forma circular u ovalada. Igualmente son muy clásicos en todos los castros las leyendas de sus misteriosos habitantes los mouros o mouras, que viven bajo ellos, protegiendo sus grandes tesoros de oro, todos ellos están comunicados por túneles subterráneos. En cualquier caso y aunque queda mucho por contar de Troña, se hace imprescindible una visita a un lugar tan mágico y especial para pisar tierra sagrada en busca de los misterios que todavía yacen enterrados bajo tierra. Seguiremos recorriendo lugares mágicos de O Condado y A Paradanta, mientras tanto te invito a seguirme en mi programa radiofónico “Encuentros en la medianoche” o entrar en mi blog “La Galicia mágica y secreta” o escribirme a galiciarutasmagicas@gmail.com