O
CONDADO Y A PARADANTA MÁGICO Y TRADICIONAL. VI.
El pasado olvidado de Guillade Santiago Lorenzo (Pazhín)
Como otras muchas zonas
de O Condado, la localidad de Guillade esconde enigmas históricos y restos
arqueológicos casi perdidos o cuando menos olvidados en el tiempo. Lo cierto es
que en tiempos antiguos debió de ser una zona poco menos que sagrada para sus
habitantes, como lo demuestran ciertos vestigios en su toponimia o los escasos
restos del pasado llegados hasta nuestros días. Como dato a destacar, comentar que
en el documento más antiguo escrito por Ferro Couselo, extraído del fondo
cultural del ya abandonado monasterio de Melón, se recoge una donación
realizada en el año 963 a los “homes de Guillade”, posiblemente haciendo referencia a monjes que
lo levantaron –ya que habla de hombres- o los propios lugareños del lugar, pero
en cualquier caso habla de la existencia en dicha localidad, sino de un
monasterio, al menos de un pequeño santuario o hábitat monacal, dedicado a
Santa Leocadia o Locadia, otra de esas santas y nombres, posiblemente
inexistentes, relacionadas con cultos solares, ya que como era habitual en los
primeros tiempos de la cristianización en Galicia, se inventaban nombres o hechos inexistentes para introducir lugares
sagrados de los lugareños dentro del santoral y de la nueva religión
predominante. De este recinto sagrado nada es lo que queda, dado que los
propios vecinos en tiempo reciente fueron llevándose las piedras del mismo, e
incluso el altar y figuras del templo, lo que, sumado al actual abandono de la
zona, el largo tiempo transcurrido y lo extenso de la maleza actual existente,
hacen muy difícil encontrar el enclave del recinto, ya posiblemente sólo
conocido por los más ancianos, aunque es sabido que probablemente se encontraba
entre la zona de Encostada y Santa María de Oliveira. Posiblemente vecinos del
lugar tengan en sus muros o en sus hogares, piedras extraídas del templo o
alguna de las figuras religiosas que debieron existir dentro del mismo,
haciendo imposible la reconstrucción de lo que realmente debió de existir en el
lugar.
"Documento
perteneciente al Archivo Histórico Naciona. Es el documento más antiguo conocido del fondo de pergaminos del monasterio cisterciense de Santa maría de Melón. Se trata de un pergamino fechado a mitad del siglo X en el que refiere la fundación de la "Domus Sancta Leocadia de Guillade" otorgado por los "hombres" de Guillade a la iglesia de Santa leocadia, demostrando la existencia de una iglesia o monasterio en la Alta Edad en Guillade".
Se habla incluso de que tal vez no existió ni monasterio ni santuario,
sino una pequeña iglesia levantada por los propios habitantes de la localidad
en tiempos inciertos, ya que incluso se sospecha que pudo haberse levantado
sobre una capilla anterior probablemente visigótica. De hecho, en 1981, Claudio
González Pérez, basándose en el documento ya referido de Ferro Couselo, barajó
una hipótesis interesante en la que, sostiene que existió un recinto monástico
escribiendo lo siguiente: “El monasterio
estaba situado en el lugar de A Encostada, donde hace algunos años aparecieron
al hacer unas excavaciones Juan Martínez de Tamuxe (párroco de aquella de
Guillade), restos arquitectónicos, fragmentos de una pila bautismal (actualmente
en el Museo Municipal de Ponteareas), un
canecillo, etc. Se aprecian según parece, ciertas influencias visigóticas en la
disposición del edificio del que tan sólo quedan los cimientos, lo que avalaría
la hipótesis de que el origen de este cenobio hay que situarlo entre los siglos
VI y VII”.
Lo cierto es que como dije, todo Guillade y alrededores, fue en
tiempos antiguos un lugar poblado y sagrado, como todavía hoy existen restos
que lo demuestran. Por ejemplo, cabe destacar que en la zona hay restos
prehistóricos de interés como la necrópolis megalítica muy deteriorada de “Chan de Campo de Mouro”, topónimo que no
podía faltar en la zona como misteriosos y desconocidos constructores de estas
imponentes construcciones remotas. O también unos curiosos restos de casas semidestruídas,
cubiertas de musgo y ya casi ocultas por la maleza, justo por la zona donde se
debe encontrar el enclave del recinto de la santa, lo que pudo haber sido un
pueblo perdido en el tiempo, que ni los más ancianos me aportan datos sobre sus
antiguos moradores.
Cercano a éstas se encuentra un curioso y bastante
desconocido resto pétreo, que si bien pudiera semejar ser uno de esos recintos
antiguos, tal vez incluso castreños, donde se elaboraba el vino o el aceite, no
deja de ser curioso una piedra similar a un pequeño menhir con diferentes
signos tallados en su parte más alta.
Igual que otro posible menhir en las
cercanías del colegio de Santa María de Oliveira, en las cercanías de lo que
pareciera ser los restos de unos antiguos nichos, en los que todavía se ponen
flores. También pueden verse en rocas ubicadas a los lados de caminos que
llevan al monte, como los de la zona de A Encostada, (es decir a un costado del
camino) cruces talladas en rocas planas en el suelo. Igualmente, en el llamado
Guillade de Arriba, cerca de donde existió el recinto de Santa Leocadia, existe
la capilla de San Xoan, que es otro de esos nombres utilizados nuevamente para
cristianizar lugares relacionados con cultos solares, o un poco más abajo de
esta capilla, nos encontramos con la iglesia parroquial de San Miguel de Guillade,
importante cruce de caminos y zona de paso en tiempos medievales, como ya
expresé en su día, el santo pesador de las almas en su viaje al Mas Allá.
Todo ello, sin mencionar los muchos restos, lugares y restos prehistóricos que rodean Guillade, especialmente la localidad de San Pedro de Batallanas, entre otros pueblos limítrofes de los que tal vez hablaré en su día. Todo lo expuesto, me lleva a destacar lo sagrada de la zona donde se encuentran los restos de la iglesia o capilla de la santa del lugar desde tiempos muy antiguos, que nos debe llevar a seguir profundizando en el pasado, para ir sacando a la luz más piezas del misterioso puzle que en su momento nos pueda aportar datos concretos sobre el origen de este pequeño pero importante rincón de O Condado, al que habrá que seguir refiriéndose en nuestra búsqueda de las raíces de nuestros orígenes y de la recuperación de la herencia legada por nuestros ancestros. De aquí, amigo lector, que si puedes aportar algún dato sobre la zona te agradezco me los hagas saber escribiéndome a galiciarutasmagicas@gmail.com, Invitaros a seguir estos y otros muchos temas en mi programa radiofónico “Encuentros en la medianoche” de RadioVoz o descargarlos en www.yogaceysi.com sección multimedia..

Todo ello, sin mencionar los muchos restos, lugares y restos prehistóricos que rodean Guillade, especialmente la localidad de San Pedro de Batallanas, entre otros pueblos limítrofes de los que tal vez hablaré en su día. Todo lo expuesto, me lleva a destacar lo sagrada de la zona donde se encuentran los restos de la iglesia o capilla de la santa del lugar desde tiempos muy antiguos, que nos debe llevar a seguir profundizando en el pasado, para ir sacando a la luz más piezas del misterioso puzle que en su momento nos pueda aportar datos concretos sobre el origen de este pequeño pero importante rincón de O Condado, al que habrá que seguir refiriéndose en nuestra búsqueda de las raíces de nuestros orígenes y de la recuperación de la herencia legada por nuestros ancestros. De aquí, amigo lector, que si puedes aportar algún dato sobre la zona te agradezco me los hagas saber escribiéndome a galiciarutasmagicas@gmail.com, Invitaros a seguir estos y otros muchos temas en mi programa radiofónico “Encuentros en la medianoche” de RadioVoz o descargarlos en www.yogaceysi.com sección multimedia..
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