domingo, 14 de junio de 2015

Cuarto artículo en sección de O Condado y Paradanta quincenal de FARO DE VIGO


O CONDADO Y A PARADANTA MÁGICO Y TRADICIONAL. El monte mágico y sagrado de La Picaraña              Santiago Lorenzo (Pazhín)

El monte que hoy visitamos con una altura de unos 387 metros, es sagrado desde tiempos remotos como lo demuestra la cristianización por medio la romería que corona su cima o, la iglesia levantada a su falda: San Breixo de Arcos, parece ser que levantada en 1762 y sufriendo varias remodelaciones desde entonces, ubicada en terreno donde se sabe por documentos que existió un monasterio de la Orden del Temple. En lo alto del monte cada 1 de mayo se celebra la romería de la Santa Cruz, existiendo una capilla construida en 1907 y un Vía Crucis, como suele acontecer en los montes en los que desde tiempos muy antiguos se celebraban ritos de tipo iniciático o sagrados para sus pobladores.
También existen dos leyendas muy curiosas. Una de ellas nos habla de la existencia de un túnel situado más arriba de la capilla y hoy taponado por tierra y escombros desde el que se cuenta que, o bien lleva al mundo de los míticos mouros o, que incluso termina en el no demasiado lejano Castillo de Villasobroso. La otra, nos habla de la huella en lo alto de una roca en la que puede verse todavía visible nada menos que la huella del Señor Jesús, otros dicen de Dios, que por supuesto nada tiene que ver con el Sumo Hacedor, sino con esas misteriosas concavidades talladas por manos de nuestros lejanos antepasados y relacionadas con señalizaciones astronómicas.



Si nos adentramos en los diferentes senderos del monte podremos encontrarnos con diferentes penedos de gran tamaño y caprichosas formas, en las que algunos quieren ver la mano de los desconocidos habitantes de la zona, que guardan relación con otros lugares elevados que desde allí se divisan y que ya visitaremos en su día como San Domedio, la Franqueira y otros similares de los muchos que hay en estos condados. Sin duda, los penedos más conocidos, asombrosos y visitados son los situados en la falda del monte, en los términos de Arcos, conocidas desde muy antiguo. El primero de ellos es la denominada “Pena do equilibrio” que asombra por su tamaño y por parecer desafiar las leyes físicas como la de la gravedad, con el casi imposible equilibrio de la roca superior sobre su base, la cual además se halla inclinada, pareciendo amenazar con desprenderse ladera abajo en cualquier momento. Más arriba de ésta y ascendiendo montaña arriba por la carretera asfaltada, a pocos metros de la citada, a la izquierda, podremos también detenernos a visitar una gran cueva formada por inmensos penedos que, sin duda alguna me inclino a afirmar que fue usada por los primeros pobladores de la zona con fines posiblemente sagrados, religiosos o mágicos.


El segundo penedo de los comentados, es para mí todavía más asombroso, no solamente por el equilibrio que forman sus tres gigantescos penedos, sino el espacio que a modo de pequeña cueva forman entre ellos, en el que se debieron celebrar ritos de fertilidad como los muchos conocidos en otros rincones de Galicia, cristianizados con nombres como “A cama do santo”, en los que se cuenta que las parejas acudían a copular en determinadas fechas del año consideradas sagradas o mágicas, favorables para fertilizar a la mujer, de la que en mucho dependía la sobrevivencia de la tribu al aportar hijos sanos y fuertes. La leyenda actual que puede leerse al pie del penedo en un letrero explicativo, cuenta que su nombre “Pena dos namorados” -sobre la que hay que tirar de espaldas tres piedras sobre ella para saber si uno va a casarse en poco tiempo-, y que a decir de la tradición tiene su origen en una pareja de amantes, un campesino y una princesa del castillo cercano, al que el padre de ésta un día asesinó a traición al amante de su hija en aquel mismo lugar. Siento decir que la misma leyenda casi podía decir que idéntica se cuenta en otros muchos lugares de nuestra tierra, sin que nunca haya sido real, sino de nuevo, sencillamente una manera de cristianizar lugares sagrados por parte de la iglesia, en los que desde antiguo, como dije, se celebraban ritos relacionados con la fertilidad, algo muy extendido por toda Galicia y los pueblos celtas.


 Hoy en día existen ya folletos turísticos que señalan otras muchos penedos curiosos que merece la pena conocer a lo largo de todo el monte, conocido como “A ruta dos penedos”. También decir que a las faldas del monte se encuentra actualmente el Convento franciscano de San Diego de Canedo, construido sobre el pazo que la familia de Sotomayor tenía en ese lugar, y que cedió probablemente sobre 1715 a los franciscanos. Antiguamente el nombre del lugar era San Miguel, uno de esos santos cuya advocación suele tener una relación directa con los llamados “lugares de poder”, derivado de las poderosas energías que en ellos emana de la tierra. Personaje a su vez que la iglesia utilizó para suplantar al dios mítico egipcio, Thot, el que pesa las almas antes de viajar al Más Allá, siendo San Miguel uno de esos santos, que, junto especialmente la Virgen, bajo la representación de Santa María -simbolizando a la diosa madre Tierra- por los que el Temple tenía predilección entre su santoral iniciático. Y es que como vemos por todas partes de O Condado sigue viva la huella de la Orden del Temple, hoy casi olvidada por los historiadores, a pesar de haber sido el origen de la actual villa de Ponteareas en la Edad Media, y de quienes todavía habría que hablar en más zonas como en Bugarín y otras muchas cercanas. La pena es que como es habitual en nuestra bendita tierra, se va olvidando los orígenes, misterios y legado mágico y secreto de nuestros ancestros y que, debiera ser responsabilidad de todos quienes amen su tierra tratar de recuperarlo. Por tal motivo para colaborar en esta sección o saber más, te invito a escuchar mi programa radiofónico “Encuentros en la medianoche” o entrar en mi blog “La Galicia mágica y secreta” o escribirme a galiciarutasmagicas@gmail.com.
EL SOL EN EL ECLIPSE DE MAYO2015 SOBRE A PICARAÑA







Tercer artículo en sección de O Condado y Paradanta quincenal de FARO DE VIGO.

O CONDADO Y A PARADANTA MÁGICO Y TRADICIONAL. El mensaje pétreo de San Pedro de Angoares              Santiago Lorenzo (Pazhín)

Siguiendo con la huella que la Orden del Temple visitaremos una de las iglesias que guardan un mensaje trascendente e iniciático oculto entre sus piedras y que, bien podría haber pertenecido a la Orden, por la simbología que en ella se encuentra: San Pedro de Angoares del siglo XII, al sur de Ponteareas, cuya clave oculta de su advocación, ya nos habla de que, al mensaje que oculta entre sus muros sólo puede accederse con la llave del conocimiento. San Pedro simboliza el que tiene la llave del cielo, aquel que posee un conocimiento no rebelado  relacionado con los antiguos misterios, y Angoares, es sin duda, uno de esos lugares portadores  de arcanos y esotéricos saberes sobre la trascendencia del ser humano.
Tiene la peculiaridad de ser la  única iglesia construida en Galicia en forma de cruz latina y ábside rectangular. Puedes comenzar contemplando la gran diversidad de canecillos existentes bajo su tejado, sin duda, no tallados ni ubicados al azar, sino que ocultan un alfabeto y mensaje iniciático ya perdido, o sólo inteligible por quienes poseen la clave para interpretar el mensaje oculto de las piedras. Otros similares se encuentran en iglesias de las que se sabe haber pertenecido al  Temple. Más que adornos románicos o teológicos en su mayoría son de tipo esotérico. Entre otros, destacar la colección de figuras antropomorfas y zoomorfas representando diferentes animales, como un felino o un mono con la cabeza girada, un carnero, un búho, un toro o leones, algunos con actitud burlona y otros representando monstruos mitológicos de simbología oculta relacionada con el Bestiario medieval. Hay un hombre desnudo en actitud obscena enseñando el ano, u otro con un falo muy desarrollo (símbolo de fertilidad o ritos tántricos), o el que representa a un hombre sentado en actitud pensante, tal vez reflexionando sobre la vida trascendente. Los hay con posturas de Yoga (los templarios conocían y practicaban esta milenaria ciencia de autorealización). Matizar que en la Edad Media solamente sabían leer y escribir los monjes, ni siquiera muchos nobles o reyes, por lo que el mensaje a difundir al pueblo debía ser por medio de la simbología, convirtiéndose así los templos en libros de piedra. Debo destacar una figura de rostro humano tapándose la boca con las manos, representada en el exterior de la fachada este, orientada hacia el sol naciente, dado que los primeros rayos del sol debían ser recibidos en el altar, como epicentro sagrado del templo. Esto es señal inequívoca de que el templo oculta un conocimiento que no es para todos, sino únicamente para los iniciados en el saber arcano, como se enseñaba en los templos místéricos del antiguo Egipto: “Los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para los oídos capaces de comprender”.





En el interior existen capiteles de vegetales prominentes que nos hablan del culto a la madre Tierra, o el de un gran león, símbolo solar y renacimiento, el de una ballena  y uno muy especial, de iconografía difícil de concretar que representa a 7 personas vestidas con largas túnicas y considerado  el apresamiento de San Pedro, aunque también podrían tener relación con los 7 chakras o centros energéticos que el ser humano debe desarrollar para alcanzar la sabiduría. Notoria la lápida ubicada en la fachada norte, muy desgastada, que debe pertenecer a culturas anteriores al románico o al propio cristianismo, pudiera ser que gótica, y que refleja un símbolo universal ya existente en la antigua India, el Tíbet, entre los celtas o incluso en la escritura más antigua de nuestra tierra, como son los petroglifos, ya que en la lauda se ve representada una cruz esvástica dentro de un círculo. Debió de ser importante para que la iglesia no solamente no lo destruyera sino que permitiera formar parte de su fachada. El camino que lleva a la iglesia todavía se recuerda como “Camino Mosteiro”, hablándonos de la existencia de un antiguo monasterio tal vez, benedictino, cluniacense o quién sabe si templario en el que hoy se venera a un monje franciscano: San Benito de Palermo, curiosamente negro como muchos de los santos templarios. Finalmente invitarte a que contemples los trozos de 3 posibles lápidas ubicadas en el exterior de la fachada sur y saques tus conclusiones de las simbologías en ellas talladas: un báculo, un ajedrezado y lo que parecen flores de lis… pues sí, también simbología templaria. En cualquier caso su huella sigue perenne en tierras de O Condado como seguiremos exponiendo.  Para colaborar o saber más: galiciarutasmagicas@gmail.com o Facebook: la Galicia mágica y secreta.