sábado, 9 de mayo de 2015

EL SUEÑO DE PIEDRA



       Galicia es, por naturaleza, un país encantado, cargado de leyendas y tradiciones antiquísimas. Por todos sus rincones late lo mágico, lo insólito, lo desconocido. Tierra de peregrinos, místicos, santos e iniciados; de milagros y hechos sobrenaturales; tierra donde los fuertes cultos a la Madre Tierra todavía perduran perdidos entre creencias, supersticiones y ancestrales rituales. Ni la romanización ni la fuerte cristianización sufrida durante siglos han conseguido borrar el arraigo a las viejas costumbres y el legado que los antiguos han sabido plasmar en sus construcciones, cuyos restos se hayan diseminados por toda la región.
       Por estas tierras, el hombre vive muy aferrado a las costumbres heredadas de sus ancestros, buscando el alivio a sus males en las mil y una romerías, con sus santos populares, fuentes, piedras, árboles, bosques  y montañas sagradas, de cuyos orígenes sólo nos habla la tradición. Todavía se dejan ofrendas en fuentes, dólmenes o castros, a la espera de que aparezca la moura o la serpe, a las que desencantar, para obtener el oro que celosamente guardan desde quién sabe cuándo.
       El campesino gallego sigue manteniendo un santoral popular tan amplio que para los profanos tan sólo son supersticiones. Siguen rindiendo culto a los espíritus de las aguas, los árboles, el fuego, las montañas, los bosques o el viento, como lo hacían sus antepasados, pues para ellos los elementos tienen alma y vida propias, a las que se debe respetar y saber agradecer todos sus dones, ofreciéndole lo mejor de sus cosechas para mantener el equilibrio natural.
       Todavía se siguen visitando y utilizando los lugares mágicos que recoge la tradición, aunque en ellos se veneren otros santos o dioses. Los lugareños saben que la energía allí latente sigue actuando y beneficiando a quienes acuden con la suficiente fe, humildad y receptividad adecuada.
       Galicia es, además, un gran Libro de piedra que oculta entre sus desgastadas páginas, una simbología universal, diseminada entre las arcaicas construcciones, un mensaje oculto, accesible solamente para aquellos que saben leer en ella, por haber purificado primero sus almas, armonizándolas con el planeta y el propio cosmos. Los iniciados de siempre supieron recoger de la remota Tradición conocimientos sobre los misterios de la vida y de la muerte, que  supieron, recuperar, interpretar y perpetuar en sus construcciones los enigmáticos caballeros del Temple, quienes también caminaron en silencio por estas tierras en busca de los enclaves mágicos de la Galicia iniciática.
      Galicia fin del mundo, fin de un camino y comienzo de otros más sutiles, lugar donde se viene a morir en vida para renacer a otra nueva libre de los apegos  de la materia. Enclave del sol poniente donde se muere como hombre mortal e ignorante renaciendo como uno nuevo iluminado e inmortal. Y es que en palabras de Antonio Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar". Y en Galicia se puede comenzar a andar...
       Tal vez entonces, cuando comencemos a hollar nuevamente el camino, llegaremos a comprender y descifrar todas las claves grabadas a su vera, dejadas por aquellos caminantes que nos predecedieron y esperaron que con el tiempo, se cumpliera el hermoso sueño que también cantó el poeta cuando escribió, en el himno de Galicia:
               
Desperta do teu sono, fogar de Breogán...
[Despierta de tu sueño, hogar de Breogán...].

         Este despertar, lo entiendo yo en su sentido espiritual cuán Bella Durmiente que volvió de su sueño de siglos, sin que se confunda con ningún idealismo político o nacionalista de ningún tipo, sino de una tierra que debe despertar de su largo sueño de piedra y desvelarle al hombre, el mensaje universalista del que es portadora, patrimonio de todos los pueblos, de todos los hombres sin distinción alguna de credo, ideología, raza o grado social.
       Y es que este país olvidado, desconocido y mágico no está muerto. Nunca lo estuvo. Solo duerme su sueño de piedra a la espera del Príncipe que la libere del olvido, el hombre "consciente" que la despierte de su letargo...

Extraído de mi libro Galicia Mágica. La herencia olvidada de Edc.Martínez Roca(actualmente agotada)

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